Algunos de estos primeros métodos de tratamiento de belleza se remontan a la época de los egipcios. En particular puede observar que los egipcios tenían su propia manera de usar los tratamientos para embellecer su piel y la apariencia. Los egipcios también han dado el crédito de ser el primero en desarrollar métodos de extracción de los ingredientes importantes de los recursos naturales.
Es muy conocida la mítica belleza de las reinas del antiguo Egipto y cómo los egipcios embalsamaban a sus faraones.
Estos dos factores impulsaron un gran culto a la belleza y a la cosmética, principalmente en las cortes faraónicas.
Los ritos funerarios se caracterizaban no sólo por embalsamar los cuerpos de los difuntos, sino también para depositar junto a ellos toda clase de objetos, alimentos y materiales preciosos para que en la vida futura disfrutasen de los bienes terrenales. Entre estos objetos se encontraban peines de marfil, cremas, negro para ojos, polvo, etc., dentro de pequeños recipientes en los que estaban grabadas las instrucciones para su uso.
El refinamiento de los cuidados estéticos era enorme. Fórmulas secretas embellecían a las reinas de Egipto que, con mucha rapidez, eran imitadas por sus cortesanas.
Los peinados, las pelucas, los baños de leche, las estilizadas siluetas, todo formaba parte de una cultura en la que lo espiritual, el arte, la religión y la ciencia tenían una importancia fundamental.
Ponían mucha atención al cabello, la piel y los ojos. El cabello se teñía con henna, consiguiendo mil matices encarnados o bien se rasuraba completamente para facilitar los continuos cambios de pelucas, sumamente sofisticadas.
Con ungüentos, aceites y baños perfumados o de leche cuidaban de mantener una piel tersa y extremadamente suave.
Los ojos se remarcaban de negro, engrandeciendo y suavizando su forma natural.
El carmín de los labios, el blanco restar brillo a la cara, el rojo-naranja para las mejillas, eran productos extraídos de las plantas y arbustos.
Usaban antimonio para cambiar el color de los párpados de azul a verde, realzando así más las pestañas.
Las dos reinas Egipcias que resaltaban por su belleza y sus secretos de estética fueron Nefertiti y Cleopatra.
De Nefertiti se recuerda aún su estilizada silueta, a pesar de haber tenido seis hijos, siendo ella quien extendió la moda del color verde en los párpados. El hermoso busto de esta reina, esposa del faraón Amenhotep IV se conserva en magnifico estado en un museo de Berlín.

